Pois tiña pensado dedicarlle a entrada ao ascenso do Galicia B, pero unha vez escollida a foto case que o vou facer dun xeito implícito e poñer de releve a ese home de bigote que estades vendo aí tan pleno e merecidamente empapadiño, como manda a tradición. Un ilustre do pobo e un home-bo. ¡Noraboa, Caco! ¡Noraboa a todos vós, rapaces! ¡Noraboa Mugardos!
si señor, un ilustre do pobo e un home-bo!!..e con ese nome...¿quen o diría??
ResponderEliminarCACO...CAMPEÓN!!
POR QUE ESTE AÑO SUBIMOS A SEGUNDA Y PAL AÑO AL NUMANCIA LE VAMOS GANAR'''''POR ESO YO TE QUIERO DAR ALGO DE CORAZON IREMOS A FESTEJAAAAAARRRR QUEL GALICIA YA ASCENDIO..........
ResponderEliminary aora a x la ligaaa'
GRANDE CACO!!!
ResponderEliminarNORABOA RAPACES!
e logo nom teremos album de fotos da celebracion?
ResponderEliminarComo lle explicaría eu... verá, a celebración do ascenso comezou á hora do vermú (especulando co resultado de Cabanas, claro) e alongouse ata a mañá do día seguinte. Había que estar pendente da megafonía, da discoteca-móbil, das rondas, dos bailes, dos cánticos...
ResponderEliminarNon se pode atender a todo! ;)
e das rapaaaazas Cesar, quen nom perdoas!!
ResponderEliminarainda así esperaba unhas fotiños, veña logo!
A MIÑA MAIS SINCERA NORABOA O GALICIA B.ANIMO E GRACIAS POR FACERNOS FELICES OS SEGUIDORES DO GALICIA.
ResponderEliminarPues yo, sin negar sus méritos a nadie, no vería con buenos ojos que mis hijos estuvieran en un club de fútbol, ni me haría socio de uno. Hoy por hoy (y hablo en general), el fútbol sigue siendo un deporte donde se prima a las figuras por encima del equipo: de ahí las actitudes de chavalitos bien jóvenes que corren por el campo "desfilando", con gestos estudiados. En las categorías inferiores y superiores se advierte el mismo desprecio por la deportividad y el juego limpio, iniciando a los jóvenes en los arcanos de una sociedad hipócrita, donde el juego limpio y la caballerosidad es para gilipollas; ello sin olvidar el machismo y, consecuentemente, el "mariconismo" (distinto de la homosexualidad) que se respira en los gimnasios y, especialmente, en los vestuarios de los "gallitos futboleros". Como diría Sam Peckimpah, "perros de paja" (o sea, tigres de papel, que estos obsesos seguro que no me entienden al derecho).
ResponderEliminarUna vez más, coincido contigo, Maximiliem. Yo sí que tengo un hijo, estuvo en un equipo de fútbol y no paré hasta que lo dejó. Era portero(siempre me gustó Arconada), y si ganaba su equipo, era por los delanteros de 7 años que metían goles sin parar, pero si perdían, era por el matao de portero que no paraba los veintitantos goles que le metían. Un día, me dijo, que cada vez que le metían un gol le daban ganas de llorar. Con la de cosas que hay en este perro mundo para llorar de verdad!!! Así que empezó atletismo, un deporte individual, pero con sentimiento de equipo en el que los padres coreamos desde el primero, y un poco más al último que llega. No es el sitio apropiado, no dejaría hueco libre si cuento lo que los bárbaros de los padres decían a unos chiquitines que solo querían jugar. Animales.
ResponderEliminarPor cierto, César, estás liado?? Echo de menos una actualización...
Mares.
No quiero marcharme sin recordar el Galicia de Mugardos de la época de Jose Veiga, Tuto, Billido, Dios!! se me olvidó el nombre de alguno.. allá por el 87-88...y me alegro de sus triunfos, me gustaba animar y pasar las tardes de domingo...
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